La prueba PISA en el País Vasco: como pollos sin cabeza

La publicación de los resultados del informe PISA 2015 en el País Vasco ha generado multitud de artículos que han intentado explicar el desastre.

Los resultados sirven para crear ilusión, tanto positiva como negativa. No sé si todos los artículos que han intentado explicar -o justificar- los resultados saben muy bien qué mide exactamente PISA. Yo no lo sé, pero no soy ningún experto. Lo que sí sé es que desde hace años Castilla y León obtiene resultados muy buenos, que varios expertos han señalado que en Castilla y León «algo están haciendo bien», y que la mayoría de nosotros sigue fijándose en Finlandia, que es más exótico.

Al mismo tiempo, en el País Vasco se han obtenido unos resultados malos. Los alumnos de esta comunidad autónoma han descendido en las tres competencias (Matemáticas, Ciencias y Comprensión Lectora).
En dos de esas competencias -Ciencias y Comprensión Lectora-, el País Vasco está por debajo de la media de la OCDE, de la UE y de (!) España. En Matemáticas está por debajo de la media de la UE, pero obtiene mejores resultados que la media de la OCDE y la de España.
Estos resultados sorprenden aún más si se tienen en cuenta los factores que afectan a la comunidad autónoma. Tiene uno de los índices más bajos de repetidores, es la segunda comunidad en ESEC (Estatus Socio-Económico y Cultural) y también es una de las comunidades que más invierten en Educación.

Pero como decía antes, no puedo decir que sepa qué mide realmente PISA, y sería imprudente extraer conclusiones sobre el sistema educativo vasco en relación al informe. No sé si las explicaciones que se han podido leer tras la publicación de los resultados establecen relaciones de causalidad entre los factores y los resultados, o si se trata simplemente de correlaciones. Es decir, no me atrevo a decir qué habría que cambiar para mejorar, porque no sé qué significa realmente una mejora en la puntuación PISA, y porque tampoco sé qué es lo que quieren mejorar los que defienden que hay que mejorar.

Esto es justamente lo que se ha hecho durante estos días. Buscar explicaciones a los malos resultados -se ha llegado a plantear que el cambio en la manera de hacer el examen, antes en papel y ahora mediante ordenadores, podría explicar los resultados negativos-, hacer una autocrítica general, prometer nuevos estudios y, sobre todo, evitar hablar demasiado de las especificidades del sistema educativo vasco. Porque la mayor diferencia del sistema educativo vasco es la de la lengua vehicular en la enseñanza. En el País Vasco la mayoría de los alumnos estudia en euskera. Esto en sí mismo no es una diferencia muy importante. También en Cataluña, Galicia o Baleares se usa la lengua cooficial como lengua vehicular en la educación. La diferencia es la competencia real y el nivel de uso de esa lengua. En el País Vasco el uso del euskera es minoritario. El uso del euskera en la calle en el año 2011 era del 32,7% en Guipúzcoa, la provincia más vascófona. En Vizcaya no llegaba al 10% (9,4%), y en Álava no llegaba al 5% (4%).
Aun así, el euskera es la lengua vehicular de la comunidad autónoma tanto en Secundaria como en Infantil y Primaria. Sólo el 14,6% de los alumnos de Secundaria estudia en castellano (modelo A), y sólo el 4,3% de los alumnos de Infantil y el 7,4% de los alumnos de Primaria estudian en castellano.

Podría ser que esto no fuera un problema. Que los alumnos no tuvieran problemas a la hora de aprender los contenidos y de realizar las pruebas a pesar de estudiar en una lengua distinta a la lengua materna, y distinta a la lengua que se usa en la calle. Es decir, podría ser que los alumnos tuvieran un dominio del euskera suficiente para estudiar y aprender las asignaturas en esa lengua.

Podría ser, pero no es así. Y esto es algo que reconoce Josu Sierra, que era el director del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa en 2007. Ese año, en una entrevista en El País afirmaba lo siguiente: «Sería suicida pretender aplicar a alumnos que no tienen un alto nivel de euskera un examen en un idioma que no dominan«.
La cita no es completa. Sierra se refería a los exámenes «a nivel internacional». Porque para Sierra, los alumnos vascos no serían capaces de demostrar sus conocimientos en un examen internacional en euskera, pero al parecer sí lo son cuando ese examen no es internacional. Es decir, Sierra cree que si los alumnos vascos tuvieran que hacer la prueba PISA en la lengua en la que estudian, el euskera, obtendrían resultados desastrosos. Lo misterioso del asunto es que ese desastre no se produce cuando esos mismos alumnos vascos contestan en esa misma lengua que no dominan en los exámenes de sus centros educativos.
¿Cómo es posible creer que los alumnos vascos no serían capaces de obtener buenos resultados en pruebas internacionales si éstas se hicieran en euskera, y al mismo tiempo creer que en sus centros educativos, en los que aprenden y contestan en una lengua que no dominan -palabras de Sierra- no hay problemas de aprendizaje?

En el fondo del asunto que se está intentando estudiar hay dos cuestiones distintas. Me repito, pero creo que es necesario que quede claro.
Por una parte, habría que explicar por qué los resultados en pruebas internacionales serían suicidas si los alumnos vascos la realizasen en euskera, pero los resultados en las pruebas en los centros educativos, que se realizan en euskera, no son desastrosos. Si esos alumnos hacen habitualmente pruebas en euskera en sus centros educativos, ¿no debería haber también malos resultados en esos centros?
Parece que no es así. Imagino que los inspectores del Gobierno Vasco están pendientes de que esto no ocurra, e imagino que si hubiera malos resultados lo denunciarían. Pero el caso es que el año pasado trabajé en un centro concertado de la Margen Izquierda y me contaron cómo trabajaba el inspector que les habían asignado. Su objetivo era reducir el número de suspensos. Y cuando se lo comunicaba a los profesores se refería exactamente a esto y sólo a esto: reducir el número de suspensos. No aumentar el nivel de conocimientos. Es decir, el objetivo era aumentar el número de aprobados para poder presentar unas buenas cifras en los informes. Y esto se podía hacer sin necesidad de aumentar el nivel de conocimientos de los alumnos, igual que en The Wire se podían reducir las estadísticas de crímenes sin reducir los crímenes. En ese mismo centro vi cómo una media de 0,5 en los exámenes de evaluación de un alumno en Lengua se convertía en un 6 en la nota de evaluación, y vi cómo se daba el título de Bachillerato a un alumno con dos suspensos, y cómo se intentó dar el título de Bachillerato a otro alumno con siete suspensos.
Pero esto no es más que una experiencia personal que no se tiene que tomar como muestra de lo que ocurre en todos los centros. Así que habrá que pensar que, por alguna razón, los alumnos harían mal los exámenes si la prueba fuera externa y en euskera, pero los hacen muy bien cuando las pruebas son en los centros educativos vascos y en euskera. Y habrá que pensar que hay estudios que expliquen cómo esto es posible.

Por otra parte, habría que explicar también cómo es posible que el hecho de aprender en una lengua que no se domina afecte a la realización de los exámenes pero no al aprendizaje mismo. Es decir, si los alumnos vascos no son capaces de contestar bien en un examen internacional cuando se hace en euskera, ¿cómo es posible que aprendan bien los contenidos enseñados en esa misma lengua? Y si el nivel de uso del euskera es tan bajo, ¿cómo es posible que haya tantos profesores capaces de enseñar bien en esa lengua? Según Sierra, los alumnos vascos que tienen como lengua materna el castellano «adquieren los conocimientos perfectamente» a pesar de recibir esos conocimientos en una lengua que no dominan.
¿No afectará el hecho de estudiar en una lengua que no se domina -palabras de Sierra- al aprendizaje, además de a la realización de las pruebas internacionales?
Habrá que pensar que hay estudios que expliquen también cómo es esto posible. Porque imagino que al Gobierno Vasco, y a sus expertos, les preocupa más el aprendizaje de los alumnos que los resultados en las pruebas externas. Y que les preocupa más el futuro de esos alumnos que el futuro del euskera.

(CONTINUACIÓNhttps://elliberaldebilbao.wordpress.com/2016/12/12/la-escuela-vasca-como-ejemplo-de-lo-que-se-debe-hacer-en-el-resto-de-espana-decia-marina/ )

12 comentarios sobre “La prueba PISA en el País Vasco: como pollos sin cabeza

  1. Felicidades por el análisis!
    Tu última suposición debe ser retórica porque sabrás como yo que a los profesores y políticos nacionalistas les preocupa màs que todos hablen a la fuerza la lengua propia de la CA antes que que aprendan y se formen bien.
    Seguiràn empeñados en imponer el vasco, catalan, gallego … como táctica fundamental de su estrategia para alcanzar la independencia.
    Yo lo sufro en Galicia con el gallego y tengo familia en otras comunidades bilingües.
    Algún dia de reconocerá el daño que están haciendo.

  2. Extraordinario texto. Repito: extraordinario. Un apunte más, En mi opinión en este tema (como en tantos otros) lo único que están haciendo es ingeniería social. Los hijos de esos políticos nacionalistas que imponen (repito, imponen) el estudio de la lengua del terruño estudian en escuelas carísimas, completamente inalcanzables para el común de la población, y al final de sus estudios dominan completamente la lengua del terruño, sí, pero también dominan perfectamente (repito, dominan perfectamente, o sea, hablan, leen y escriben) el español y el inglés, por lo menos. Vamos, igualico que los demás. Lo increíble es que esos «demás» sigan votándoles como un rebaño… que sigue al lobo.

  3. Voy a decir una obviedad y que es que estudiar en euskera cundo no lo dominas no es lo mismo que estudiar que en catalán (y que conste que soy absolutamente opuesto a la ,nseñanza en lengua regional). El catalán se entiende mas o menos si hablas español, especialmente en su forma escrita. Del euskera no se entiende ni papa. Esta a mas distancia del español que el ruso!

    También hay otro factor y es el de la calidad de los profesores y manuales. Al imponer una lengua de uso minoritario o muy minoritario se impone al mismo tiempo que el vivero del que vas a sacar profesores y autores de manuales sea muy reducido::en vez de poder seleccionar como profesores a los mejores candidatos del País Vasco e incluso de otras regiones hay que conformarse con el mejor vasco-parlante lo cual es un subconjunto y bastante reducido por mas señas. El mejor de un subconjunto nunca puede ser mejor que el mejor de todos. Generalmente es peor. Esto es matemática elemental. Eso si, muchos de esos profesores vasco-parlantes serán nacionalistas que gracias a esos han obtenido plaza.

  4. El problema es mucho más de fondo… Lo que hay que preguntarse es: ¿Cuál es el objetivo de la enseñanza en vascuence? (o cualquier otro vernáculo)

    El objetivo por lo general es crear más nacionalistas, con lo que los informes PISA y demás se la traen floja a los políticos. Como se comenta antes ellos ya llevan a sus hijos a colegios privados.

  5. Al vascuence no lo sé, pero atropellar lss libertades y derechos de los que hablamos español en Cataluña, Vasconia, Galicia, Baleares y, ahora también, Valencia, si que viene siendo fácil desde hace ya demasiado tiempo….

  6. No voy a hablar del informe PISA. Me voy a desvíar un poco del tema pero siguiendo relacionado con el tema del euskera.

    Ahora en el País Vasco se ha creado un nuevo idioma que es lo que yo llamo personal y despectívamente españera.
    Es español pero con ciertas palabras dichas en euskera que hay que decirlas para ser políticamente correctos. Estas palabras son “aitas” (cuándo lo correcto sería decir “gurasoak” si tanto que defienden el aprendizaje del euskera y tanto que lo quieren aprender), “eskerrik asko”, “AGUURRRR”(hay que hacer notar por todo lo alto lo vasco que es uno), “aurrera”, “andereño”(como si decir “profesora” de toda la vida fuese un tabú), Santurtzi”(cuándo hace 4 días era “Santurce”), “boKatas”(que en todo caso sería “ogitartekoak”, digo idem que con “gurasoak”), “baiiiii?” (algo ridículo porque si te preguntan algo en español lo lógico es responder “sí”), “jaias”( lo correto sería decir en plural “jaiak” para habalr de fiestas” ),etc.

    Por desgracia es demasiado habitual ver incluso en las calles de la supuestamente cosmopolita(ejem, ejem, pueblerina) Bilbao esto de hablar español pero intercalando unas pocas palabras en euskera.
    Esta estupidez ha calado demasiado hondo sobre todo en los jóvenes y también de padres a niños pequeños(¿y por qué no tanto con hijos ya crecidos o entre adultos?).
    A mí me da mucho asco porque es como una necesidad de hacerse perdonar. Parece que hay que mencionar ciertas palabras en euskera para no ser señalado con una estrella de David. Es una forma de presión social que poco a poco va calando de una forma sutíl.

    Hay 2 cosas que me llaman la atención:

    1-Que curioso que siempre sean las mismas palabras. Entiendo que si uno entremezcla ambos idiomas lo haría de una forma aleatoria, ¿no?

    2-La mayoría de las veces son palabras con evocan emociones agradables como “jaias”, “aitas”. Es como si de una forma subconsciente el nacionalismo tratase de hacernos asociar el euskera con lo bueno, con lo íntimo, con la familia, con los amigos, con las fiestas, etc.

    1. Ese «fenómeno» es, en cualquier caso, similar al que se da con el inglés en otras regiones, o en entornos empresariales donde anglicismos perfectamente sustuibles por palabras en el idioma del texto o conversación, sea español, catalán o el que sea salpican en cualquier momento.

      Y, de la misma forma, en muchos casos ni siquiera se usan adecuadamente. Pero bueno, en otras épocas se soltaban las citas en latín para lo mismo. 😀

      1. Pero en el Gran Bilbao se usa muy poco euskera a nivel de calle. No se hace de forma accidentada e inocente como tú piensas, sino que tiene un transfondo político xenófobo, de hacer significar la vasquidad de uno.

  7. No aumentar el nivel de conocimientos. Es decir, el objetivo era aumentar el número de aprobados para poder presentar unas buenas cifras en los informes

    Tienen una herramienta bien sencilla: Se quitan todos los exámenes y se da un título a cada alumno. ¡Ni un solo suspenso!

    Porque imagino que al Gobierno Vasco, y a sus expertos, les preocupa más el aprendizaje de los alumnos que los resultados en las pruebas externas. Y que les preocupa más el futuro de esos alumnos que el futuro del euskera.

    Siendo nacionalistas, les preocupa más el futuro de su santísimo euskera antes de que los alumnos aprendan. Si no fuera así no pondrían a su euskera como piedra angular del sistema educativo autonómico.

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