La semana del olvido

 

A partir del 14 de mayo se celebrará la V Semana de la Memoria de Galdácano. La organiza una asociación llamada ‘Galdakao Gogora’, y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento. Habrá una exposición sobre la marina de guerra auxiliar del País vasco, una conferencia sobre los campos de concentración y batallones de trabajo en Vizcaya, y un homenaje institucional a las 20 víctimas del bombardeo que sufrió el pueblo el 19 de mayo de 1937, durante la Guerra Civil.

Esas 20 víctimas de hace 79 años merecen un homenaje del Ayuntamiento. No así las 10 personas que asesinó ETA en el pueblo.
Esteban Beldarrain Madariaga.
Víctor Legorburu Ibarreche.
José Ignacio Pérez Álvarez.
Pedro Carbonero Fernández.
José Verdú Ortiz.
Francisco Javier Fernández Lajusticia.
Juan Enríquez Criado.
Luis Alberto Asensio Pereda.
Eloy García Cambra.
Jesús Ildefonso García Vadillo.

Ni la asociación de la memoria ni el Ayuntamiento consideran oportuno recordar a esas víctimas.

Tampoco a los etarras salidos de Galdácano. Francisco Javier García Gaztelu, «Txapote»; Jon Bienzobas, «Karaka»; Francisco Javier López Peña, «Thierry»; Francisco Javier Martínez Izagirre, «Javi de Usánsolo»; O Jon Krespo, que escribió y buzoneó una carta con amenazas para que los vecinos echasen del pueblo a Ricardo Gutiérrez Solana.
Y como no se recuerdan sus actos, se recuerdan sus caras.

thierry

 

En 2007 se llevó a cabo un acto de homenaje a las personas que ETA asesinó en el pueblo. El alcalde aprovechó para pedir perdón a los familiares por el «olvido institucional». Se erigió un monumento, Besarkada estua (Fuerte abrazo), en memoria de las víctimas.

En 2016, en la V Semana de la Memoria, el olvido institucional aún goza de una estupenda salud.


El artículo que me han publicado hoy en The Objective: Las decisiones que no tomamos.

Las fuentes de la noticia

Un tuit con enlace a una noticia de Venezuela. Varios jóvenes allanaron una casa el 7 de mayo, ataron y golpearon a los residentes y cuando se disponían a escapar se encontraron con una multitud de vecinos. Uno de ellos se había dado cuenta de lo que ocurría, movilizó al resto y se puso en marcha la turba. Dos de los jóvenes -«el Maikel» y «el Pike», según la noticia- fueron conducidos a un descampado. Los vecinos* los ataron a un poste y comenzaron a golpearlos. Finalmente, los rociaron con gasoil y los quemaron vivos.

Antes de terminar de leer la noticia se activa el piloto automático. Las consecuencias del desprecio a la ley, los efectos de la justicia popular. Pero el piloto automático no es fiable. Tampoco la noticia. La fuente es un portal, elmismopais.com. La fuente en realidad se limita a copiar la noticia de otro portal: laiguana.tv. No sé nada sobre ellos. La noticia cita la verdadera fuente: «De acuerdo con información del ‘Diario de Guayana'». Hago una búsqueda rápida, no encuentro nada. Por un momento espero que el Diario de Guayana no exista. Tendría la seguridad de que la noticia era falsa. Pero no es así. Existe. Y efectivamente, dio la noticia. La escribe Julio Alexander Moya. Evidentemente no sé quién es, como tampoco conocía el Diario de Guayana.

Los jóvenes, dice también el Diario, eran Alexander de Jesús Guillén Ortega y Maikel Ramírez. 16 y 15 años. Me resulta imposible hablar de ellos. Imposible y demasiado fácil. No sé cómo se contrastan estas noticias. Lo de las tres fuentes es demasiado ingenuo. ¿Qué fuentes? Mejor una fiable. No la hay. Sólo el Diario de Guayana. Y dos chicos muertos. Y el problema de la mediación. No habría conocido nada de eso sin el Diario de Guayana. Y el Diario de Guayana no es nada. Justamente lo que la prudencia exige decir: nada.

* ¿Cambia algo si en lugar de ‘los vecinos’ elijo decir ‘la multitud’? Cambia todo. En el primer caso hay sujeto. En el segundo, no. Eliminar el sujeto es el crimen que debe evitar quien relata el crimen.


Con mucho retraso, lo último en El Subjetivo: Hic sunt dracones