El 34%

 

El Euskobarómetro es un equipo de investigación y una serie de encuestas sociológicas que tienen como objetivo ofrecer periódicamente un análisis de la sociedad vasca. Dos de los temas por los que se pregunta son la independencia y el terrorismo de ETA.

El último estudio se publicó en mayo de 2015. Éste es el gráfico sobre la actitud de los vascos ante ETA.

actitud de los vascos ante ETA

 

Un 66% de los vascos manifiesta un rechazo total a la banda terrorista. Este porcentaje supuso un récord histórico, y se vendió como algo positivo en la prensa.
Hay otros tres datos que merecen atención, y se refieren a la actitud ante ETA en función del electorado.

En primer lugar, el porcentaje de vascos nacionalistas que se decantan por el rechazo total: el 55%
En segundo lugar, la aparición de Podemos: un 62% de su electorado manifiesta un rechazo total hacia ETA.
Por último, el dato doblemente interesante de Izquierda Unida. Un 40% de su electorado se decanta por el rechazo total. Pero lo más llamativo es que se trata del único partido en el que cae ese porcentaje respecto al año anterior. En el estudio de mayo de 2014 se situaba en el 42%.

Las conclusiones sobre estos datos son variadas, sin duda. Depende de la creatividad de cada uno.
El ejercicio que a mí me interesa es pensar en el «negativo» de esos porcentajes, lo que falta para llegar al 100%. Es interesante pensar en el 60% de votantes de IU, el 45% de nacionalistas y el 38% de votantes de Podemos que consideran que el rechazo a ETA es matizable en algún sentido.

El 66% de los vascos manifiesta un rechazo total a ETA, apuntaban los titulares. También podrían haber titulado, sin faltar a la verdad, que un 34% de los vascos no muestra un rechazo total a ETA.
Uno de cada tres. El mejor resultado en veinte años.

17.999 € en una camiseta

 

Hace unos minutos he leído esta entrada del blog de Tsevan Rabtan. Es necesario leerla para seguir el post, así que procedan, si no lo han hecho ya.

Después de leer la entrada he vuelto sobre un pensamiento recurrente durante los últimos días. El discurso de Podemos -no sólo- no es un discurso racional. Con «discurso» me refiero a todo el arsenal mediático del partido. Declaraciones, quejas, consignas, gestos, excusas, incluso tonos. Es un discurso que no está pensado para convencer racionalmente, sino para reconfortar emocionalmente. Es un discurso que combate no contra otro discurso, sino contra el propio hecho de discutir. Anula la necesidad de convencer, apela a la necesidad de pertenencia. No busca el cuestionamiento de ciertas posiciones, propias y ajenas, sino la adhesión emocional al mensaje. El mensaje ya no articula ideas, sino que genera identidades. No es un medio para expresar ideas, sino para expresar identidades.
Así, cualquier intento de entablar batalla dialéctica está condenado al fracaso. No hay campo de batalla, sencillamente. No es que manejen mejor el discurso; es que no hay discurso.

Este «no hay discurso» tiene además doble significado.
Por una parte, como hemos comentado, el de Podemos no es un discurso racional, sino un conjunto de gestos y expresiones recurrentes. Esto no quiere decir, no obstante, que no tengan ideas u objetivos. Simplemente consideran que la afectiva es la vía más eficaz para ganar adhesiones que les permitan conseguir sus objetivos.
Por otra parte, como dice hoy Jorge Bustos, no ha habido un intento serio de ofrecer una alternativa sólida al mensaje acuático de Podemos. Desde luego, no en el partido que ha gobernado España estos últimos cuatro años.

Después de leer la entrada de T. Rabtan me he imaginado, no sé por qué, una camiseta con la cifra a la que se alude: 17.999€. Es la cifra mediante la que Manuela Carmena ha conseguido colocar un contrato a dedo sin necesidad de abrirlo a los procedimientos habituales en los contratos municipales. Es legal, pero es una artimaña. Y además va en contra de lo que llevaban en el punto sobre contratos públicos de su programa.
Pero no pasa nada, porque todo esto, la entrada original y cualquier cosa que se diga, no funciona.
Una camiseta, en cambio, es otra cosa.

Es una estupidez. Del mismo modo que sería una estupidez una campaña consistente en imprimir y repartir papelitos con esa cifra, o crear una consigna corta y directa. Es una estupidez porque no diría nada del hecho. Su fin sería extender rápidamente un mensaje, y seguramente lo conseguiría. Pero sería un mensaje vacío. Aquí sí, por fin, podría plantearse un combate. Mensaje vacío contra mensaje vacío. Si caló el «We are the 99%» ¿por qué no podría calar el «17.999€»? ¿Por qué no podría triunfar un meme sobre la sustitución de un dedo por otro? Ver y compartir, ver y compartir. TT en Twitter, miles de likes en Facebook. Una legión de activistas.

Personalmente, creo que no triunfaría. Pero además, aunque triunfase, supondría una derrota. La cuestión no es aceptar la inutilidad del discurso racional y comenzar a combatir con sus armas, sino conseguir que el discurso racional vuelva a ser eficaz.
Obviamente, no sé cómo se consigue eso. Pero estoy convencido de que aceptar la derrota de la racionalidad no puede conducir a nada bueno.

Hay otra idea recurrente estos días. Es posible que esto último sea en realidad otra cosa. Que en el fondo me importe más la convicción de «no ser como ellos» que el triunfo en el combate político. Que el combate no sea político, sino personal. Que el enemigo no sea el populismo, sino la posibilidad de caer en el populismo.

Podría ser. No tengo ni idea.

Seguramente es una equivocación

Las palabras más duras que he leído y oído en el tiempo que llevo escribiendo este blog aparecen en esta entrada.

En primer lugar, el «¡Está vivo, está vivo!» de Salvatierra.

 

En segundo lugar, el testimonio de Susana García:

«Nadie se sentó a mi alrededor en clase. Nadie me volvió a dirigir la palabra, sólo para insultarme o insultar a mi padre. El único amigo que me quedó fue mi hermano».

ETA había asesinado a su padre en Baracaldo, y ése fue el recibimiento cuando ella volvió al colegio.

 

Hoy, mientras termino otra entrada, doy con la crónica de un asesinato cometido por ETA en el pueblo, en Galdácano.

El 29 de abril de 1985, ETA asesina en una calle de Galdácano a Jesús Ildefonso García Vadillo, que volvía a casa con su hija de cinco años. Antes de morir, según algunos testigos presenciales, la víctima dijo: «Os habéis equivocado, no soy yo.»

La crónica añade unas palabras de allegados de la víctima: Jesús era un hombre «completamente apolítico, seguramente es una equivocación.»

Esas palabras producen la misma sensación que las otras. Es el terror en su máxima expresión, la interiorización. La aceptación de la presencia de una cierta culpabilidad en los que son asesinados.

Y en efecto, fue una equivocación. Lo confundieron con un policía.

Russians hungry, but not starving

En su columna de hace unos días, David Torres menciona una anécdota sobre George Bernard Shaw antes de referirse al viaje de representantes de Podemos, la Cup y el familiar de un preso de ETA a Venezuela. No era mal comienzo. George Bernard Shaw viajó a la URSS, volvió y contó que las noticias sobre las hambrunas, las purgas y el terror eran exageradas. Que allí sólo vio trabajadores entusiastas, un sistema económico que funcionaba, a pesar de algunos desajustes propios de los grandes experimentos sociales, y una educación que cada vez llegaba a más gente. Estaba encantado.

Pero David Torres no iba por ahí. Se refería a la anécdota sobre la publicación del fallecimiento de Shaw cuando éste aún estaba vivo. El periodista, como Antena 3 -por ahí van los tiros- no retrocede ante nada, mucho menos ante la realidad. Y los medios siguen empeñados en vincular a Podemos con Venezuela y con ETA. ¡Qué audacia!

La cuestión es que en todo este revuelo hay quienes dan más importancia a la exclusiva que a la información. Eso es cierto. Cualquier noticia que relacione a Podemos con ETA o con Venezuela va a generar clicks. Pero sólo si es exclusiva, si se vende con los mecanismos publicitarios adecuados. Lo de Antena 3 el otro día es un claro ejemplo. También lo que sacaron en El Español. Lo importante no es que sea nuevo, y mucho menos que sea relevante; lo importante es que suene espectacular. ¿La relación de Podemos con ETA? Seamos serios. En primer lugar, sobra ese «la». Hay varias. En segundo lugar, decir «relaciones con ETA» es no decir nada. Hay que concretar de qué tipo de relación estamos hablando. Si nos referimos a un viaje en el mismo avión, haremos el ridículo. Si nos referimos a un acto para denunciar la situación de los presos de ETA, puede que no hagamos el ridículo, pero desde luego no se trataría de algo nuevo.

 

Por eso, qué demonios, ponemos «homenaje». Por si fuera poco, la representante de Podemos está girada y no se le ve la cara.
Así que estas exclusivas inundan las redes sociales por unas horas, y se desinflan al día siguiente. El objetivo está cumplido. El objetivo, claro, no es informar sobre Podemos.

Porque si el objetivo fuera informar sobre las relaciones de Podemos con ETA, tendrían muchísimo material. Podrían mostrar los vídeos en los que Pablo Iglesias habla de ETA. Podrían preguntarse por las compañías elegidas. Pablo Hasél, por ejemplo. Podrían hacer un perfil de Antón Gómez-Reino, diputado en el Congreso que firmó un manifiesto de solidaridad con De Juana. O de Santiago Alba Rico, que fue candidato al Senado. Podrían leer el Bloque Programático de Pluralidad, Convivencia, Paz y Víctimas del acuerdo de Gobierno de Navarra, firmado por Geroa Bai, EH Bildu, Izquierda-Ezkerra y Podemos.


En cuanto a Venezuela, es aún más fácil. Si se trata de demostrar que Podemos es un partido controlado por el chavismo, financiado por el chavismo y con el objetivo de implantar el chavismo en España, habrá que investigar a fondo. Lo que sí se puede demostrar ahora es que Podemos y sus dirigentes han manifestado su simpatía por el chavismo en infinidad de ocasiones, que han elogiado las tácticas del chavismo, y que no se han preocupado demasiado por los ataques a la ley y a la oposición. No podemos decir que sorprenda: «Lo que Podemos (afortunadamente) aprendió de Venezuela


Si todo eso no es suficiente para que los ciudadanos reaccionen, entonces el problema es de estos últimos, no de la prensa.

Decía que la mención a Shaw de la columna de David Torres no era mal comienzo. Y lo decía porque ése es exactamente el papel que están representando bastantes personas en España, desde hace mucho tiempo. Ése y el de Walter Duranty, dependiendo del sector. No hay graves problemas en Venezuela respecto a la violencia, la economía o el respeto a la ley. Y si los hay es culpa de la CIA, de la oposición o del bloqueo. Del mismo modo, tampoco hay nada especialmente peligroso en Podemos. Ni sus declaraciones, ni su financiación ni sus vínculos.

Russians hungry, but not starving.


 

Contra el público. Lectura más que recomendada.

Pasión, objetividad y la decisión de no mirar. También recomendada. Desde ahí llegué a la anterior.

Y una última recomendación: Estudiar al enemigo.

El registro.

 

El problema de los políticos que contemplan el totalitarismo como una posibilidad es el registro. Ante ciertos públicos se pueden decir cosas que pasarían factura si fueran conocidas a nivel general. Pero no pueden dejar de decir esas cosas. Así que lo que tienen que hacer es eliminar esos registros.

Hace tiempo escribí sobre un vídeo de Pablo Iglesias. El vídeo recogía un fragmento de una ponencia de Iglesias en unas jornadas organizadas por la Unión de Juventudes Comunistas de España. La ponencia se titulaba Comunicación política en tiempos de crisis. Durante la ponencia, uno de los asistentes le pedía al por entonces profesor de la UAM que dijera qué le parecía más importante, hacer propaganda o educar.

  • ¿Propaganda o educar? Propaganda sin lugar a dudas. Educar cuando controlemos un Ministerio de Educación.

Ésa fue la respuesta de Pablo Iglesias. Hoy he abierto la entrada para volver a ver el vídeo. Pero el vídeo ya no estaba. Afortunadamente Santiago González, autor del blog en el que vi el vídeo por primera vez, transcribió la respuesta hace tiempo.
También he encontrado otros dos enlaces al vídeo. Éste y éste. Lo bueno es que ofrecen la posibilidad de escuchar al propio Iglesias, y eliminan la opción de escudarse en una supuesta manipulación. Lo malo es que no es aconsejable fiarse de la permanencia de esos registros, como ya hemos visto. Eliminarán vídeos porque el principal problema para ellos, decíamos, es el registro. Por eso el registro es un deber. El simple acto de mostrar los hechos. Sirva o no sirva para algo.

 


 

 

En la entrada que escribí me refería también al escrache que organizaron contra Rosa Díez en la Facultad de Políticas de la Complutense. Algo en lo que no reparé cuando lo vi en su momento: cuando da comienzo el acto de repudio espontáneo, justo después de escuchar las instrucciones -«arriba, arriba, arriba»- alguien canta el comienzo de Eusko gudariak

eusko gudariak

Y otra cuestión importante: alguien de la universidad accede a la petición improcedente y les da el micrófono. Un pequeño gesto.

Por último, las explicaciones de Iglesias. «Es radicalmente falso que ninguna persona sentada en esta mesa o ninguna persona de Podemos participara en un escrache.»
No deja de ser gracioso.

Sí, era ETA.

 

El 13 de enero aparecía en la prensa la siguiente noticia. «35 miembros de Batasuna aceptan condenas de hasta 2 años de cárcel tras reconocer su subordinación a ETA.»
Además de Batasuna, había entre esas 35 personas miembros del Partido Comunista de las Tierras Vascas y de Acción Nacionalista Vasca. Este último era el partido al que pertenecía Marian Beitialarrangoitia cuando fue alcaldesa de Hernani, entre 2007 y 2011. Hoy es diputada en el Congreso.

La aparición de la noticia es un hecho importante. Miembros de Batasuna reconocían abiertamente su subordinación a ETA. Es un hecho importante porque esa relación se ha negado durante años, desde muchos sectores. ETA era una cosa y Batasuna otra, decían. ETA era una cosa y SEGI otra. ETA era una cosa y las Herriko otra. No había relación entre ellas, más allá de cierta sintonía ideológica. Durante años, algunos insistieron en la responsabilidad de la izquierda abertzale respecto a los atentados de ETA. Y no se referían a la negativa a condenar esos atentados. ( Condenas estériles, por otra parte.) Se referían a que había vínculos entre ETA y la izquierda abertzale, más allá de unos objetivos compartidos. ETA contaba con tres ramas. La política-institucional, la de agitación callejera y la terrorista. Cada una de esas tres ramas cumplía una función. Las tres tenían agentes propios. Y las tres formaban parte de una misma estrategia. Esa estrategia dependía de que las tres ramas aparecieran como independientes. No se podía meter en el mismo saco al chaval que quemaba un autobús y al terrorista que asesinaba. Aunque ese chaval, años después, formase parte de un comando de ETA. Eran cosas distintas.

Hace tiempo conté la historia de Mikel Otegi. La cuento de nuevo brevemente.
Mikel Otegi era un vecino de Itsasondo. Un chico normal, según sus vecinos. En 1991 había sido detenido por pegar a un ertzaina. En 1995 asesinó con su escopeta a dos ertzainas, Iñaki Mendiluze José Luis González. Mikel Otegi fue juzgado y absuelto de todos los cargos, incluso el de homicidio. Se le devolvió la escopeta. El jurado declaró que no se podía demostrar la intención de asesinar a los dos agentes. Tampoco pudo demostrarse que el acusado tuviera relación con Jarrai. A pesar de que participase en todos los actos. Miembros de Jarrai lo recibieron con gritos de ánimo cuando terminó el juicio. HB organizó varias manifestaciones en su apoyo.
Mikel Otegi, finalmente, se integró en un comando de ETA.

Hoy parece más evidente que ETA operaba a través de esas tres ramas. Que Txapote, Pernando Barrena y un chaval que quemaba un contenedor no sólo defendían lo mismo, sino que actuaban dentro de la misma organización. Una organización terrorista que asesinó a más de 800 personas. Hoy sabemos que, al final, Batasuna sí era ETA. Pero al parecer da igual. Durante años, aquéllos que denunciaron la complicidad entre ETA y Batasuna fueron objeto de escarnio e insulto. Eran parte de la estrategia de Madrid, de la Brunete mediática. «Todo es ETA», se decía, en tono jocoso. Y la burla desactivaba los hechos. Cuando se afirmaba «ETA está en las instituciones» aparecían las muecas, los guiños y los codazos. Entre los audaces ignorantes y entre los que lo sabían perfectamente. Pero ETA, efectivamente, estaba en las instituciones.

 

Hoy ETA ha desactivado una de sus tres ramas. O mejor dicho, se la han desactivado. Los que hasta hace poco tiempo justificaban de manera más o menos creativa la lucha armada el terrorismo saben que los objetivos y los métodos han cambiado. La independencia está más cerca en Cataluña, y el socialismo revolucionario cuenta con 69 diputados en el Congreso. Los objetivos hoy son otros. En primer lugar, la amnistía de los presos de ETA. Y en segundo lugar, la construcción del relato. Lo segundo hará que los terroristas de ETA pasen a ser presos políticos, y que los defensores de ETA se conviertan en luchadores por la justicia y contra las vulneraciones de los derechos humanos. La misma noticia sobre los 35 miembros de Batasuna es ya parte de ese relato. Para evitar entrar en prisión han asumido la reparación a las víctimas del terrorismo. Pero eso no significa nada. No significa poner placas que recuerden los lugares en los que ETA asesinó a más de 800 personas. No significa un reconocimiento a quienes hicieron lo posible por acabar con ETA. Es un sintagma vacío. Por eso tendrá éxito.

El tipo del vídeo, por cierto, fue guionista de Sé lo que hicisteis, de El club de la comedia y de una sección de La Tuerka.
Pero sólo es humor.

 

Dos caras nuevas en el Congreso

 

En El Mundo publican hoy un artículo sobre las caras nuevas en el Congreso. «Pescador de truchas, dependienta de McDonald’s, piloto de helicóptero, una árbitro… Así son los nuevos diputados.»
A lo largo del artículo encuentran un hueco para hablar de Toni Cantó, de Alberto Rodríguez, «posiblemente el primer diputado con rastas de la democracia», y de Rita Bosaho, la «primera diputada negra en la historia del Congreso». También aparecen Rosana Pastor, «fichaje de Compromís», y un guardia civil de Podemos.

Con tanta novedad es lógico que algunos no pasen el corte. Imagino que para el artículo se habrán fijado en los más relevantes, o al menos en los más llamativos. Por eso extraña un poco que se hayan olvidado de dos diputados nuevos con una historia destacable a las espaldas.

El primero de ellos es Antón Gómez-Reino Varela, conocido como ´Tone´. Este diputado es relevante, entre otras cosas, por haber sido uno de los tres gallegos que firmaron el manifiesto Mover Ficha, el germen de Podemos. Seguramente habría aparecido en alguna de esas listas sobre las caras nuevas del Congreso de no ser por otro manifiesto al que también prestó su nombre. El diputado de En Marea puso su firma en un manifiesto de solidaridad con el etarra De Juana Chaos. Según el texto, a De Juana Chaos lo estaban matando por ser abertzale y de izquierdas. Así que una de las caras nuevas del Congreso se solidarizó con Iñaki De Juana Chaos y no es noticia. No es un dato relevante. Sí lo son, en cambio, las rastas del tal Alberto Rodríguez.

Antón Gómez-Reino Varela seguirá siendo un desconocido, gracias a la encomiable labor de la prensa. Aparecerá de vez en cuando en las imágenes del Congreso, y será simplemente un chico joven de Podemos/En Marea. Sin pasado, bien tapadito.
La otra cara nueva que no aparece en el artículo de El Mundo no es desconocida. Se trata de una diputada de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia. Aunque tal vez me haya excedido al decir que no es una desconocida. Marian Beitialarrangoitia fue alcaldesa de Hernani entre 2007 y 2011. Hasta aquí no hay gran cosa. Lo que hace que Marian Beitialarrangoitia no sea una desconocida es un discurso que pronunció en 2008, en el acto de presentación de Acción Nacionalista Vasca. La alcaldesa de Hernani abrió su intervención con una muestra de afecto hacia Igor Portu y Mattin Sarasola, dos de los tres etarras condenados por los atentados de la T-4*. «Os queremos», dijo la nueva diputada del Congreso después de pedir un chaparrón de aplausos. El público respondió con esos aplausos y con gritos a favor de ETA y de los propios etarras. Esa señora ocupa un sillón en el Congreso, pero en el artículo de El Mundo no la mencionan. Es más importante hablar de cómo la pesca de la trucha ha construido la personalidad de un diputado socialista.

De todas maneras, en La Sexta ya se han apresurado a lavar la imagen de la exalcaldesa de Hernani, con una de esas muestras de arrepentimiento marca de la casa. La nueva cara del Congreso pasará de jalear a los terroristas a ser una política comprometida con la denuncia de la tortura, venga de donde venga.

mariansexta

 

* Precisamente a las víctimas de ese atentado, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, se refería en un artículo publicado en Gara un candidato de Podemos al Senado. Finalmente, Santiago Alba Rico no consiguió convertirse en otra cara nueva sin pasado. El artículo comenzaba así.

artículo SAR