Savater y la admiración

A mí me ha gustado siempre tener gente a la que admirar. Todos admiramos con la parte de admirable que hay en nosotros.

Esto decía Fernando Savater hace unos días en el curso sobre los valores de la Transición que organizó Miguel Ángel Quintana Paz en Valladolid.
Probablemente estaba citando a algún autor, pero mi memoria nunca fue gran cosa. O si lo fue, no lo recuerdo.

El caso es que al escucharle uno desearía que tuviera razón. Allí estaba Savater, y antes habían estado Arcadi Espada y Cayetana Álvarez de Toledo, y después estarían los jóvenes Andrea Mármol y Ferran Caballero, además del propio Miguel Ángel Quintana.

A mí también me ha gustado siempre tener gente a la que admirar, empezando por lo más cercano, por lo que tenía en casa. Pero creo que no se elige a quién se admira.
Afortunadamente a mí me dio por admirar a mis padres como ahora ocurre también, salvando las distancias, con los arriba citados. Podría haberme dado por admirar al Che Guevara o a Otegi, pero no fue el caso.

Lo que no sé es hasta qué punto estas decantaciones son una elección voluntaria y no algo mecánico. Estaría bien que Savater tuviera razón y que admirásemos con la parte de admirable que hay en nosotros. Algo parecido a lo dicen que dijo Borges sobre los libros que escribió y los que había leído. Pero me temo que lo que nos lleva a unos y no a otros es algo que no controlamos.

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Hubo otras palabras de Savater que merecen atención. Dijo, también citando a alguien que no recuerdo, que la idea de que el intelectual siempre tiene que estar contra el poder es como la idea de que el hombre tiene que salir con paraguas aunque no llueva.

Esto que hoy me parece evidente me habría parecido estúpido hace quince años.
Pero sospecho que sería algo discutido y discutible en la arena.

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Retomo la colaboración en El Subjetivo. Sobre la imposibilidad de que una institución tenga al mismo tiempo carácter prescriptivo y descriptivo. O bien debemos conformarnos con observar y describir usos y costumbres, o bien podemos aspirar a algo más. No sólo en el ámbito lingüístico. El artículo: Idos/iros.

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