El coste de la inmersión lingüística, II

gizarte

En la entrada anterior recuperaba algo que escribí hace más de un año sobre el precio que han de pagar algunos alumnos vascos por el hecho de tener que estudiar en una lengua que no es la familiar. Hoy recupero las reflexiones que escribí después de esa entrada, para continuar el debate.

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1- A todos nos resulta mucho más fácil expresarnos en nuestra lengua materna. Se pueden aprender varias lenguas más, lo que permite la comunicación con personas de fuera de nuestro entorno y abre la puerta a nuevas oportunidades, pero esa comunicación será siempre más fácil cuanto mayor sea nuestra familiaridad con la lengua empleada.

2- Hay determinadas tareas que requieren un grado de complejidad más elevado que el habla común. La docencia, por ejemplo, requiere que el profesor sea capaz de expresar ideas abstractas de tal modo que sus alumnos puedan comprenderlas. Lo que en muchas ocasiones implica adaptar el mensaje, alterarlo y presentarlo de múltiples maneras hasta conseguir dar con la forma más adecuada para que el alumno lo entienda.

3- La otra cara de la docencia, el aprendizaje, también requiere un grado elevado de familiaridad con la lengua. Una persona con conocimientos básicos de inglés, en el mejor de los casos, podrá entender las situaciones que se presentan en una novela o en una película, captar el tema de una canción, y mantener una conversación no demasiado compleja en esa lengua sin demasiadas dificultades. Pero en el proceso educativo se presentan problemas y formas de pensar que exigen ir más allá del uso habitual de una lengua.

4- En primer lugar, la comprensión no puede ser la misma en la lengua familiar que en la lengua que se está aprendiendo. En segundo lugar, la expresión evaluable de lo aprendido, lógicamente, también será necesariamente más rudimentaria. Y esto no es sólo una cuestión instrumental. No se trata simplemente de que el pensamiento ha de ser expresado mediante el lenguaje y que cuanto mayor sea el dominio del lenguaje, mejor será la expresión; el problema es que el pensamiento es en sí mismo lenguaje, y por lo tanto la capacidad de generar pensamientos complejos va unida al grado de dominio de la lengua en la que se generan. Dicho de otro modo, el aprendizaje consiste principalmente en entender problemas, teorías y conceptos, observar relaciones, extraer implicaciones, y ser capaz de expresarlas con palabras. Es decir, es un proceso más complejo que la simple memorización.

5- ¿Quiere esto decir que es imposible lograr un grado de dominio de una lengua tal que nos permita manejar adecuadamente las habilidades comunicativas presentes en la docencia? No exactamente. Con la exposición adecuada, un profesor será capaz de expresarse en una lengua con la suficiente soltura como para que su trabajo no se vea afectado. Del mismo modo, un estudiante también sería capaz de entender y ordenar ideas en otra lengua.

6- ¿Cuál es el problema, entonces? El problema es el coste. Dejando de lado al profesor, que al fin y al cabo no es más que la parte reemplazable del proceso educativo, el alumno de Primaria y de Secundaria va a la escuela para lograr determinadas competencias en diferentes asignaturas. La complejidad del proceso va aumentando (en teoría, al menos) según se van superando los cursos, y por lo tanto el dominio del lenguaje ha de ir también en aumento. Este proceso de dominio del lenguaje tiene una parte específica con presencia en el currículo, la asignatura de Lengua y Literatura, pero también una parte difusa, que es la exposición a esa lengua fuera del aula. En su familia, en su círculo de amigos o cuando lee y escucha esa lengua, el alumno no deja de aprender nuevas expresiones, giros o palabras. Así, el rendimiento en las pruebas PISA de Lectura se ve afectado positivamente por el tiempo que dedican a la lectura por gusto o diversión (página 21). Del mismo modo, y en este caso refiriéndonos no sólo a la competencia lectora sino al rendimiento en las tres pruebas, el apoyo de los padres a edad temprana (hablar con los hijos sobre lo que han aprendido o leerles cuentos), también tiene un impacto significativo. En resumen, cuanto mayor sea la familiaridad del alumno con la lengua de aprendizaje, mayor será su rendimiento, y esta familiaridad se consigue dentro y fuera del aula.

Pero estábamos hablando del coste. Decíamos que es posible que un alumno consiga un dominio de la lengua aprendida suficiente como para poder expresarse en ella en igualdad de condiciones con su lengua materna. ¿Cómo? Aumentando la exposición a la misma. Si el principal objetivo en ese momento es el aprendizaje de la lengua, no hay mayor problema. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando el aprendizaje de esa lengua se produce durante la etapa educativa, y más aún, cuando esa lengua que aún no se domina vehicula el aprendizaje del resto de las materias? En ese caso, para que el alumno consiga un dominio suficiente de la lengua en la que estudia y así su rendimiento no se vea afectado negativamente, habrá que dedicarle más tiempo a esa lengua, en detrimento de las otras materias de estudio… con lo que probablemente el rendimiento en esas materias también terminaría por verse afectado.

Por lo tanto, si el alumno ve significativamente mermado su rendimiento cuando no realiza las pruebas en la lengua familiar, y al mismo tiempo consideramos que el sistema educativo debería tener como objeto principal al alumno, habría que proponer que la lengua vehicular fuera aquella que le permitiera obtener mejores resultados.

Ahora bien, si se defiende que el objetivo principal de la educación consiste en aumentar el conocimiento y el uso de la lengua minoritaria porque es algo en sí mismo beneficioso o para que ésta no se pierda, la propuesta será que aumente la
dedicación del alumno a la lengua no familiar, asumiendo el impacto negativo en el rendimiento del alumno en otras materias.

Y aquí es cuando empezamos a abordar la cuestión central, que consiste, más que en determinar el coste exacto, en averiguar si merece la pena o no. Si es rentable, en lenguaje económico.

Cabe preguntarse si hay un beneficio real para el alumno castellanoparlante de modelo B o D que compense ese coste, más allá del hecho de que está obligado a demostrar que es capaz de expresarse en euskera si quiere vivir en sociedad.

Quedan muchas cuestiones por plantear y desarrollar, que iré abordando con el paso del tiempo.

10 comentarios sobre “El coste de la inmersión lingüística, II

  1. Dentro de lo difícil que es hablar de un coste, sin números, se puede plantear de otra forma. Y sin demasiados rodeos. En Vasquilandia tenemos un objetivo que está por encima de todos los demás. «Salvar» una lengua es más importante que la educación, que la riqueza, que la salud. Se puede decir que está por encima de cualquier otro objetivo que puedas imaginar. Salvo -tal vez- la poltrona del político.

    Si tenemos ese objetivo debe de ser porque es muy valioso. Es un «bien» por encima de otros. ¿Podemos tasar ese bien? Tal vez.

    Un bien es algo que en caso de perderlo pierdes algo. Tanto más importante cuanto mayor sea el bien. Por ejemplo, pierdes un hijo, y es la hostia. Notas su falta durante todo el resto de tu vida, y de una forma intensa. Y se trata de no perder un bien llamado vascuence, porque debe de ser un drama de la pera. Eso pensamos. Pero, ¿estamos en lo cierto?

    Hmmm. Tal vez se puede estimar. Porque no sería la primera lengua que deja de usarse. Hay otros que tienen esa experiencia, y podemos mirarlo. Incluso nos ppodemos mirar a nosotros mismos, puesto que ya no hablamos la lengua celta que dio nombre a nuestros ríos principales — antes de que llegaran los romanos. Y a casi toda nuestra topinimia pre-romana en las tres provincias vascongadas. ¿Echamos mucho de menos ese idioma celta? ¿Lo echan mucho de menos nuestros vecinos en Cantabria y Soria? Me temo que ni mucho, ni poco, ni nada.

    Porque las lenguas tienen una gracia especial. Nadie deja de tener una. Y nadie piensa que una lengua sea «ontológicamente» mejor que otra. Puede ser más práctica, pero el vascuence destaca por ser probablemente una de las menos prácticas de las seis mil que se hablan todavía. No te pone en contacto con ni una sola persona más. Y del vascuence escrito, sea en papel, o en internet, mejor ni hablamos.

    Resumiendo. EL valor del «salvamento» es tan cercano a cero, que no se puede distinguir de cero. Salvo si metemos por medio sentimientos, que ya sabemos que soportan hasta la mayor majadería. Pero, ¿qué principio puede implicar que yo tenga que pagar los sentimientos de los demás? ¿No suena eso como muy estrafalario?

    1. Y la clave de toda la cuestión está en estos dos párrafos de tu comentario. Diría que es un nudo gordiano, pero eso al menos se podía solucionar a espadazos. Una cuestión tan sentimentalizada como ésta, ¿cómo se combate?
      Incluso aunque se demostrase con datos que hay un coste importante en todo este asunto, y que son los alumnos los que lo están asumiendo, ¿qué cambiaría? Nada, me temo.
      Se sabe que a efectos prácticos no tiene sentido potenciar el aprendizaje del vascuence. Se sabe que no vivimos en una sociedad bilingüe. Se sabe que con el castellano, lengua familiar y de uso de la gran parte de la población, es posible comunicarse con todas las personas de esa población. Se sabe que se están gastando recursos en potenciar el vascuence. Que está habiendo costes más allá de los meramente económicos, y que se está impidiendo la libre elección de la lengua de escolarización a muchas familias. Que llegamos al absurdo de exigir perfil de vascuence a alguien que va a trabajar únicamente en castellano. Y a pesar de todo, el vascuence no se toca, gracias entre otros al PP (http://www.libertaddigital.com/espana/2014-09-29/wert-cede-ante-el-pais-vasco-y-modifica-la-lomce-el-euskera-intocable-1276529470/)

      Pero vamos, que me refería a estos dos párrafos:

      «Y nadie piensa que una lengua sea “ontológicamente” mejor que otra. Puede ser más práctica, pero el vascuence destaca por ser probablemente una de las menos prácticas de las seis mil que se hablan todavía. No te pone en contacto con ni una sola persona más.»
      «El valor del “salvamento” es tan cercano a cero, que no se puede distinguir de cero. Salvo si metemos por medio sentimientos, que ya sabemos que soportan hasta la mayor majadería.»

      1. Gracias al sistema electoral que hace que los nacionalistas pueden chantajear los partidos nacionales. En Francia las concesiones hacia los nacionalistas te hacen ganar una docena de escanyos en la region pero el 1% de desplazamiento de votos que provocan en el resto de Francia te cuesta cien escanyos.

        Bueno, también es debido a que en Espantilde;a no hay pacto entre los partidos de gobierno (PP y PSOE) que permita que el mas votado no dependa de los nacionalistas. Eso y que la la izquierda española y jaleara a las ocurrencias mas absurdas de los nacionalistas.

        Y tambien a que en España el electorado, especialmente el de izquierdas, no hace pagar un precio politico importante a su partido cuando hace concesiones.

      2. Bueno, el PP ha tenido dos veces mayoría absoluta. El PSOE ha llegado incluso a gobernar en el País Vasco recientemente. ¿Seguro que es sólo por culpa de los nacionalistas?

  2. EL PSOE no fué el partido mas votado y en cuanto al PP incluso cuando tienes mayora absoluta tienes que pensar en las siguientes elecciones en las cuales debido al desgaste del poder lo mas probable es que no la tengas y que necesites de los nacionalistas.
    En Francia el desgaste puede que te haga perder el poder pero si tonteas con los nacionalistas el efecto amplificador del sistema electoral hara que de 577 diputados saques menos de 150 o incluso menos de 100 De hecho ya ha ocurrido, aunque por otros motivos.

    En el anyo 2000 el terrorismo corso que apenas ha cometido delitos de sangre mató nada menos que a un prefecto (gobernador civil) y toda Francia fué un clamor pidiendo la detencion de los asesinos. Pero en 2001 a Jospin, Primer Ministro y candidato socialista, se le ocurrió que comprando una pausa al terrorismo corso mediante concesiones (y quizas congelando la investigacion sobre lo del prefecto) ello le haria ganar votos. Pero eso disgustó a un miembro de su gabinete el cual dimitió y presentó su candidatura y pese a no tener el apoyo de ningun partido de peso sacó el 6% de los votos. El resultado fué que Jospin acabó tercero, no pudo participar en la segunda vuelta y fué el fin de su carrera politica,

    Por cierto que la divisa original de la Primera Republica, la cual pese a Robespierre no tiene mala imagen, no era «Libertad, Igualdad, Fraternidad» sino «Unidad, Indivisibilidad de le Republica, Libertad, Igualdad, Fraternidad o la Muerte»

  3. Hola.

    Soy la única persona viva que conozco que lee libros en gallego por gusto y no por obligación. El caso gallego es un poco diferente en un aspecto: aquí hay pueblos en los que el gallego sí es la lengua familiar y cotidiana de la mayoría de la gente. Siguiendo las consecuencias del informe PISA citado, los niños de esos lugares deberían de recibir su educación en gallego. Desde luego que ésta no es la norma en Galicia: en las ciudades existe una preeminencia del castellano (y por tanto, en la mayoría de los chavales en edad escolar).

    Dicho esto, que sería un punto que nos llevaría debatir modelos mixtos de educación y problemas que superan mi capacidad y en los que no me voy a meter, el caso vasco evidentemente es distinto. Se produce el mismo fenómeno de salvar la lengua (vasca) porque la lengua es el mascarón de proa de la «cultura». Y la «cultura» es la diferencia imaginaria que puede argumentar el nacionalismo, una vez que el racismo está mal visto. El nacionalismo es simple apología de la diferencia. Siempre lo fue y lo seguirá siendo.

    Con lo que se ha dicho por aquí hay una cosa con la que no estoy de acuerdo. Es un argumento muy habitual: apelar a la utilidad de una lengua. Creo que se trata de un argumento débil. La poesía y la fotografía aficionada de aves tampoco son útiles. Y antes de contraargumentarme, recuerdo que la poesía se enseña en los colegios. ¿Por qué se enseña si no es útil?

    Esto nos lleva a la siguiente consideración: que se enseñe la lengua oficial pero que no sea la «lengua vehicular». Pero aquí me remito al primer párrafo de este comentario: habrá sitios en los que eso sea un problema.

    El problema que provocan las lenguas, al no ser solucionado a la francesa hace ciento cincuenta años, es un problema al que hay que darle solución sin pasar por medidas del diecinueve. Yo a veces pienso en que deben ser los propios centros los que tengan suficiente autonomía para establecer sus criterios. No sé qué opináis.

    Un saludo.

    1. Hola Pablo.

      Yo creo que un problema tan simple y tan natural como elegir la lengua de educación de los propios hijos, no debería de tener mucha discusión. Es indelegable. Lo demás es ingeniería social.

      Por cierto, aunque no nos conocemos más allá de la tecla, te comunico que (a) estoy vivo, y (b) leo a Rosalía. En realidad creo que es casi la única poesía que soporto. Quitando Silvio Rodríguez. Y me entusiasma. Así que ya conoces a uno, aunque sea internáuticamente.

      Lo de la utilidad de la lengua lo he dicho yo. Y creo que sólo yo. Exactamente:

      Y nadie piensa que una lengua sea “ontológicamente” mejor que otra. Puede ser más práctica, …

      Si tienes alguna pega en la idea de que unas lenguas pueden ser más prácticas que otras (según personas, circunstancias) te rogaría que me iustres. Porque tu argumento, tal y como está hasta ahora, es muy cojo.

      La poesía y la fotografía aficionada de aves tampoco son útiles. Y antes de contraargumentarme, recuerdo que la poesía se enseña en los colegios. ¿Por qué se enseña si no es útil?

      La fotografía aficionada de aves no se enseña en los colegios. Y mucha gente paga por la poesía, así que debe de tener utilidad para ellos. Por otra parte, a nadie le obligan a hacer poesía, ni a aprender en verso. Mientras que a muchos les obligan a hablar en vernáculo, y a aprender en vernáculo.

      Si quieres hacer comparaciones, compara peras con peras. Las castañuelas son parte de «nuestra cultura» (incluida Vasquilandia). Y sin embargo, nadie da por saco con las castañuelas, ni lloramos ante la posibilida de que dejen de usarse. Es posible que haya alguna subvención perdida por ahí para alguna escuela de catsañuelas. No protestaríamos si el vernáculo tuviera un tratamiento similar.

      Slds.

  4. Hola Pablo,

    Efectivamente, son casos muy distintos. De hecho, también son distintas las situaciones en Guipúzcoa, Vizcaya y Álava. Podemos guiarnos por el criterio de lengua materna, pero también por el de uso real de esa lengua, y veremos que la imposición lingüística en el País Vasco, además de mala por imposición, es mala por irreal.

    En cuanto a la utilidad, coincido con lo que ha dicho Plaza. La utilidad es en buena parte subjetiva. Entiendo que habrá gente a la que le parezca imprescindible mantener «vivo» el vascuence. Y me parece bien. Que lo hagan, por su cuenta. Ahora bien, además de esa utilidad subjetiva, hay algunos criterios que se pueden usar para acercarnos a una especie de utilidad objetiva. ¿Qué obtenemos con el aprendizaje del vascuence? ¿A qué nuevas obras podemos llegar? Y sobre todo, ¿qué vías de comunicación nuevas abre?

    Con esta última pregunta en mente, piénsese en el inglés, que es una comparación más adecuada que la de la poesía o la fotografía de aves.

    ¿Habría que eliminar la enseñanza del vascuence de la educación obligatoria? No llego a tanto. De momento, me conformaría con que hubiera libertad real para elegir la lengua en la que estudian los alumnos. Otra cuestión, que el tema es más complejo de lo que se cree. ¿Cómo se «garantiza» esa libertad? ¿Se puede garantizar? ¿Se puede ofrecer y al mismo tiempo negar?
    Tiene relación con lo que comentas al final sobre dejar la elección a los centros. Y con algo que decía en otro comentario.

    Imaginemos que hubiera libertad para que el centro ofreciera las clases en la lengua que demandasen los padres. Algo parecido ocurre en los concertados, aunque en realidad es bastante confuso. He hablado con profesores y directores de varios de ellos y ninguno me ha sabido explicar con claridad cómo está la situación. Decía. Hay libertad para que los padres elijan, y los centros no están obligados a ofrecer sólo modelos que excluyan al castellano. ¿Quiere eso decir que la batalla está ganada? En absoluto. El Gobierno vasco podría decretar un nivel mínimo de conocimiento del vascuence al finalizar la educación obligatoria. Ese nivel mínimo podría ser, por qué no, el nivel máximo. ¿Qué ocurriría? Que los padres/centros optarían «voluntariamente» por modelos que facilitasen obtener ese nivel obligatorio. Sin control directo sobre la lengua de uso en educación, el Gobierno lograría lo mismo: a pasar por el aro.

    Y todo esto teniendo en mente los porcentajes del último post de Plaza en su blog. Un 13% de hablantes reales, según fuentes interesadas.

  5. La ONU esta preocupadisma y dice que tenemos que salvar a toda costa con nuestros impuestos, no sé que lengua de por ahi por Lituania que hoy en dia es hablada por menos de diez personas. En toda su historia en ningun momento ha sido hablada por mas de mil personas. Nunca ha sido escrita por lo cual no hay archivos historicos que ya no podriamos descifrar. Su fondo literario es nulo.

    Me puede decir alguien en nombre de qué debemos considerar como una tragedia el que se extinga? Me puede decir alguine en nombre de qué se debe dedicar dinero publico a que alguien pronucie «esturtim» y que nadie en el mundo excepto unas pocas decenas de personas sepa que quiere decir «pato»? Me puede decir alguien porqué deberiamos mantener una lengua bajo respiracion artificial, porqué deberiamos perpetuar la incomunicabilidad asi por que sí? Y si ya parece contraproducente que con dinero, privado se mantenga vivo solo porque sí un particultarsimo, del cual ya vemos en Espantilde;a que facilmente se convierte en excluyente,me puede decir alguien porque hacerlo con dinero publico?

    Pues empiezen a aplicarlo lenguas en España mantenidas bajo respiracion artificial o includo rescucitadas y todo ello con dinero publico. Y mas cuando lo que se pretende no es que los alumnos conozcan _también_ la lengua regional sino que se pretende que desconozcan la lengua nacional limitando sus posibilidades de coiunicarse y de trabajar en otras regiones. Y de veras es una buena idea que los funcionarios, por muy autonomicos que sean deban atestar su conocimiento de la lengua regional y mlas adjudaicaciones deban estar en regional por lo ciual ni son los mejores los que obtienen el puesto ni s son las emppresas que podrian hacer la mejor oferta las que obtienen la adjudicacion sino que el puesto/la adjudicacion van a los amigotes?

    1. A ver si comento lo que puso el otro día Plazaeme en su blog sobre porcentajes de hablantes reales de vascuence, porque si pones eso sobre la mesa la situación se ve aún más ridícula.

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